Esta taza, que al completo reza «Each day, all the time», no pretende ser un guiño al amor. Tampoco demostrar que este siempre es bonito, más bien al contrario. Busca ser un reflejo de que todos tenemos nuestras luces y nuestras sombras; nuestros días buenos y nuestros días malos. Pero la magia del amor, en cualquiera de sus manifestaciones, reside en ser capaces de aceptarlos y aprender a vivir con todos ellos. Gracias al autor del mensaje que, solo por él, merece ser la imagen de la semana.