Escritura nómada: un mundo de emociones
Veinticuatro horas. Ese es el tiempo que hemos estado encerrados con nosotros mismos gracias a un bichito que parece haberse empeñado en que miremos más hacia dentro y no tanto hacia fuera. Cada día, durante más de dos meses. Si alguien me hubiese dicho en 2016 que cuatro años después todos, sin importar sexo, edad, raza o procedencia sentiríamos algo [...]