El amor, en ocasiones, duele. Y mucho. Pero también es el motor que mueve el mundo. Sea del tipo que sea. Y sin él, es difícil vivir. Será por eso que cuando perdemos a alguien que nos ha robado un pedacito del corazón, sentimos como si se nos partieses el alma.

Esa sensación es difícil de explicar con palabras, pero la cita literaria que he elegido este mes contiene una descripción que, para mí, se acerca bastante:

«Bueno, no se produjo realmente un crac, pero
¿cómo describir el ruido que hace el corazón al romperse?
A lo mejor así: es el ruido más espantoso que existe.

Y el dolor más brutal, con mucho.
Un dolor mortal».

Maldito karma, David Safier