Si por algo es conocida Bulgaria (desde que Ryanair empezó a volar al país, cada vez más) es por la cantidad de monasterios e iglesias ortodoxas que forman parte de su paisaje. El más afamado de los primeros es el Monasterio de Rila, en las montañas del mismo nombre.

Por su historia y su belleza, este monumento, rodeado de naturaleza, se ha convertido en un gran atractivo para quienes deciden viajar hasta este país de los Balcanes. Yo pude visitarlo durante el tiempo que viví en este país así que en esta entrada te cuento, de primera mano, lo que deberías saber sobre el Monasterio de Rila.

Cómo llegar hasta el Monasterio de Rila

Como he dicho unas líneas más arriba, este monasterio está ubicado en las montañas de Rila, también conocidas por dar cobijo a sus siete lagos, de los que hablaré en una entrada futura.

La mejor forma de llegar hasta él es en coche. No te resultará nada complicado alquilar uno y no tendrás que pagar más de 40 levs búlgaros (unos 20 euros), por día, por él.

¿Por qué te digo que es la forma más sencilla? Porque si decides ir hasta allí en autobús, solo hay uno diario que sale a las 10.20 horas de Sofía, de la estación de Ovcha Kupel, que está bastante alejada del centro, y llega algo más tarde de las 12 h, tras hacer unas cuantas paradas en el camino.

En cuanto al autobús de vuelta, solo hay uno a las 15 h por lo que si decides ver en detalle el monasterio, tendrás poco tiempo para ello y si lo ves rápido, como fue mi caso, te sobrará. Yo fui en coche, con dos amigas, y lo único que tuve que pagar —además de la gasolina, claro— fueron 4 levs búlgaros (unos 2 euros), por dejarlo en el aparcamiento.

Un monje ermitaño, el responsable de su fundación

Para revivir la historia de este lugar, debemos trasladarnos al año 927 d. C. cuando Iván Rilski (San Juan de Rila) un monje ermitaño, lo fundó. Entonces el monasterio estaba situado a 3 kilómetros al noreste. No sería hasta 1335 cuando ocuparía el lugar donde está ahora.

 

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Through the window.

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A finales del siglo XIV era un poderoso feudo, que fue saqueado en el XV, pero en 1469 fue restaurado y acogió las reliquias del monje fundador, que estaban en Veliko Tarnovo, antigua capital de los zares búlgaros y una bonita ciudad con aires medievales que también te recomiendo visitar.

Durante el gobierno otomano, el Monasterio de Rila fue saqueado en diversas ocasiones, aunque el edificio también fue fundamental para la conservación de la religión y la cultura búlgaras.

En 1833, el monumento sufrió un incendio que acabó con todos los edificios monásticos, pero gracias a un flujo de donativos del propio país y también del extranjero pudo ser reconstruido un año después.

Años más tarde, en 1983, fue declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, después de que en 1961 el gobierno del país lo hubiese declarado museo nacional.

Qué encontrarás en el Monasterio de Rila

Nada más entrar en el recinto del Monasterio te quedarás sin palabras. O, al menos, a mí me pasó. Porque aunque no es tan grande como puede esperarse, el conjunto en sí, con sus arcos y balcones blancos y marrones, tan simétricos y que le dan un aire de orden asombroso, es de gran belleza. Por no hablar de las coloridas pinturas que decoran las paredes externas de la iglesia de Rozdhdestvo Bogorodichno, la mayor monástica del país y que fue construida entre 1834 y 1837.

Imagen del Monasterio de Rila, en Bulgaria.

Además de esto, podrás visitar su museo, en el que encontrarás una amplia variedad de objetos eclesiásticos de los siglos XVIII y XIX, con la Cruz de Rila como pieza central. Esta, tallada entre 1790 y 1802, cuenta con 140 escenas e inscripciones bíblicas y unas 650 figuras humanas.

Tampoco puedes dejar de visitar el Museo Etnográfico, junto a la puerta de Samokov, y en el que encontrarás artesanía y trajes folclóricos regionales o la torre Hreliova, hecha de piedra y con 23 metros de altura.

¡Ah! Y si saliendo por la puerta de Samokov te encuentras una larga cola de gente, ¡súmate! Están esperando en la conocida pastelería tradicional que está justo frente a esta para probar la banitsa —una especie de hojaldre relleno de queso y una de las comidas más tradicionales búlgaras— o su yogur de leche de oveja.

Alrededores del Monasterio de Rila

Desde el balcón superior tendrás unas buenas vistas de las montañas de Rila. Si te das un buen madrugón y vas en coche, puede que te quede tiempo de ir hasta los lagos, aunque para poder visitar los siete tendrás que: estar en forma, ir con mucho tiempo y hacerlo avanzado el verano (tal vez incluso entonces te encuentres con los últimos lagos, los que están a mayor altitud, nevados).

Alrededores del Monasterio de Rila, en Bulgaria.

Si no te atreves o no te da tiempo a irte tan lejos, también podrás hacer alguna ruta corta por los alrededores del monasterio. ¡El entorno bien lo merece!

Datos prácticos:

Horario del recinto del Monasterio de Rila: de 6 a 22 horas.
 Entrada gratuita.
Horario del museo: de 8 a 17 horas.
 Entrada 8 BGN (unos 4 euros).
Horario del Museo Etnográfico: de 8 a 17 horas.
 Entrada: 8 BGN (unos 4 euros).

Artículo publicado originalmente en mayo de 2017, en el blog de Global Exchange.