Pese a que hace ya meses que me leí el libro que he elegido para la cita literaria de diciembre, creo que muchas enseñanzas en él contenidas resumen a la perfección lo que me llevo del 2015. Y es que, para mí, este ha sido un año de cambios (algunos buscados y otros imprevistos), de aprender a entender que lo que uno quiere no siempre es lo que necesita y que lo que uno necesita puede no llegar a ser querido nunca.

También ha sido un año en el que me he caído varias veces y me he vuelto a levantar, llena de heridas que han ido cicatrizando poco a poco y otras que, espero, lo harán en el futuro; un año de descubrimientos y de decepciones. Pero, ante todo, diría que ha sido el año en que he aprendido a estar conmigo misma y he descubierto que muchas de las cosas que daba por supuestas se han quedado solo en eso: suposiciones.

Por todo lo anterior, esta cita resume en unas pocas palabras ese año que ya se queda atrás y al que solo miraré para enorgullecerme de todo lo que he llevado (algo que algunos llamarán madurar):

«Se cruzaron algunos pensamientos y recuerdos en aquellas miradas que ya, sin saberlo, miraban cosas distintas al mirarse».

Pura vida, José María Mendiluce.

Imagen: Redd Angelo