​Lo reconozco, he tenido este blog abandonado durante muchos algunos meses y aunque juro que me he propuesto retomarlo en muchas ocasiones, la falta de concentración tiempo me lo ha impedido. Así que como canta Antonio Orozco, no me queda otra que escribir que… «piiiido perdónnn».

En mi defensa diré que el motivo de esta «falta de dedicación» es una buena causa. Es el mismo que me ha llevado a estar viviendo ahora en Sofía, la capital de Bulgaria: un SVE (Servicio de Voluntariado Europeo), que hará que el próximo año lo pase aquí.

Hacía tiempo que me taladraba rondaba la cabeza la idea de poder colaborar con una ONG durante bastante más tiempo del que estuve en Nepal y cuando vi la opción de hacer un SVE, me pareció un planazo: voluntariado + vivir en un país nuevo + todos los gastos pagados. ¿Qué más se puede pedir? Sobre todo cuando rebasas los 30 y dejas de ser joven para muchas cosas (es un tema de espíritu más que de fechas, lo sabéis, ¿verdad?).

Gracias a esta oportunidad, he empezado a colaborar como voluntaria en Infinite Opportunities Association, organización que es parte de la iniciativa europea No Hate Speech y sobre la que os iré contando más en futuros post (tengo 10 meses para explayarme).

coche_madridPara llegar a esto, he tenido que despedirme de grandes amigos y de mis increíbles compañeros de trabajo, abandonar mi bonito piso de alquiler de La Latina (Madrid) y dejar, temporalmente con mis padres, a mi fiel compañero de vida: Gizmo (siento decir que a él es al que más echo de menos).

Y, ¿por qué todo esto? Porque como dicen por ahí, la vida consiste en tomar decisiones, que pueden acabar siendo mejores o peores, pero desde luego tienen que ser las que se crean necesarias en ese momento. Y en mi momento, la decisión estaba clara: esto era justo lo que necesitaba.

Pese a todos estos cambios, podéis estar tranquilos, el tono del blog será el mismo. Seguiré trayendo iniciativas literarias y sociales que me parezcan interesantes, pero también iré contando algo de mi experiencia en mi nueva vida porque, realmente, para mí es como haber empezado una nueva historia. Y este blog va de contar historias.

Así que solo puedo empezar mi nueva historia como empezaron mis 30, con un salto a la piscina: