Las diez de la mañana fue la hora a la que nos citó Rafael. Mis expectativas no estaban muy claras. O, mejor dicho, mis expectativas estaban claras, lo que no tenía tan claro era qué me iba a encontrar en ese free tour literario por Lisboa, tal vez condicionada por estar en una época en la que las promesas suelen vencer a la realidad.

Siete minutos pasaban de las diez de ese 14 de agosto cuando llegué, casi corriendo, a la Plaza Luís de Camões porque me había visto obligada a hacer una parada de emergencia en un Tiger de la Rua Nova Nova do Almada. Ironías de la vida de una periodista con pretensiones de escritora, había olvidado en el campin en el que nos alojábamos los dos bolis que suelo llevar encima. Así es Murphy, siempre jugando con nosotros.

Esa plaza, la de Luís de Camões, fue el punto de arranque de lo que serían casi tres horas de aprendizaje e inspiración literarios. Y allí nos recibió, además de Rafael y de lo que a mí me parecieron hordas de turistas desbocados, la figura de quien da nombre al lugar, el autor de Los Lusiadas, Luís de Camões, y al que nuestro guía literario equiparó a Homero.

Tras las debidas presentaciones entre los que íbamos a seguir el free tour y el autor portugués, nuestros pasos nos llevaron a conocer al siguiente literato, José María Eça de Queiroz, a través de una estatua que a mí bien se me asemejó al Éxtasis de Santa Teresa. «Eça de Queiroz —autor del siglo XIX— opinaba que la sociedad portuguesa era hipócrita y ocultaba la realidad», destacó Rafael.

Fernando Pessoa fue la siguiente personalidad literaria del país vecino que tuvimos el placer de descubrir, y lo haríamos a través de la representación del mismo que se puede ver en Largo de São Carlos y tras la que se lee: «En el número 4 de esta casa nació el 13 de junio de 1888 el poeta Fernando Pessoa».

Nuestro guía nos explicó que pese a haber vivido durante un tiempo en Durban (África) por haber sido su padre cónsul allí, nada dejó escrito sobre este lugar. «Su infancia fue el periodo más feliz de su vida y tendría que dejarla en Lisboa para irse a África», nos contó Rafael.

Solo publicaría un libro antes de morir, el resto saldrían a la luz una vez que ya no estaba. Y aun así, su esencia se palpa en Lisboa en infinidad de rincones y representaciones, como la que encontramos de él sentado en una mesa delante de su querido Café A Brasileira.

Aunque lo más llamativo, sin duda, de la personalidad literaria del escritor y algo más que nos descubrió este sociólogo portugués fue que Pessoa creó más de 100 heterónimos —identidades literarias ficticias— a lo largo de su vida.

Y, por supuesto, no podíamos terminar el tour sin hablar de otro de los grandes de la literatura tanto portuguesa como internacional, premio Nobel, del que obviamente se enorgullecen: José Saramago, autor de grandes obras como Ensayo sobre la ceguera o La caverna. «Ha traído la humanidad a la literatura portuguesa», aseveró Rafael, de quien añadió que había conseguido llevarla a todas las clases y no solo a la élite.

De él ya sabíamos por el anterior free tour que sus cenizas —murió el 18 de junio de 2010, a los 87 años— están enterradas bajo un olivo frente a la Casa dos Bicos (estampa retratada en la imagen de portada) porque ese manifestó que era su deseo, cuando aún vivía, exiliado en las islas Canarias.

Durante las casi tres horas de tour, Rafael también nos descubrió algunas librerías emblemáticas de la capital portuguesa. Pero de eso hablaremos otro día o, mejor aún, si pasas por Lisboa, no dejes de pedirle a Rafael que te descubra sus secretos literarios mejor guardados. Lo hará encantado.

Puedes contactar con él en su correo electrónico: lisbonliteraturetour@gmail.com o en su página web, donde también te toparás con otras opciones muy interesantes para perderte por la capital portuguesa.